El diputado de IU, Gaspar Llamazares, cree que el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aún no ha decidido su futuro, aunque ve "improbable" que siga, y considera que "la vieja idea de que el general que lleva a la victoria tiene la obligación de presentarse para la derrota, pertenece al pasado". Llamazares se expresa así en una entrevista con Efe en la que advierte de que si el Gobierno se obceca en una "contrarreforma injusta" del sistema público de pensiones la huelga general va a ser inevitable para responder a "una agresión sin precedentes del estado del bienestar". La decisión de Zapatero de optar a la reelección está abierta, según el portavoz de IU en el Congreso, quien estima que el Ejecutivo contempla varios escenarios y tiene "una estrategia política", aunque "últimamente parece un libro de fallos". Uno de esos escenarios es el de una recuperación económica al final de la legislatura y el mantenimiento de la candidatura de Zapatero, algo que parece "muy improbable", agrega. El "plan B" implica que el desgaste continúa y se acentúa, la recuperación económica no se produce o es inapreciable y, entonces, se convocan elecciones para al menos sostener unos 110 ó 120 diputados en "un cierre de filas electoral" en torno a un nuevo candidato "menos gastado por la crisis", detalla. "No se trata de que Zapatero comunique lo que ya tiene decidido, -añade Llamazares-, sino que todos los días nos demuestra que están abiertas todas las posibilidades, ante el profundo y grave desgaste del Gobierno, y que la vieja idea de que el general que nos lleva a la victoria también tiene la obligación de presentarse para la derrota pertenece al pasado". El Gobierno es el último interesado en una convocatoria anticipada de elecciones, apunta el parlamentario de IU, quien recalca que al presidente del Ejecutivo, que es el único que tiene capacidad para adelantar los comicios, le interesa apurar todo el calendario electoral, salvo que se produzca "una debacle" o "una intervención a nivel internacional". Critica la "pataleta infantil" del PP en los últimos meses de decirle continuamente al presidente del Gobierno que se vaya, algo que "tiene que ver con su propia historia de ribetes autoritarios" y que "no funciona en democracia". En España, avisa, se corre el riesgo de "pasar rápidamente, en un año, del estado del 'medio estar' al estado del malestar y ese riesgo hay que conjurarlo mediante la disidencia, la resistencia y la movilización social". No queda otra solución que defender los derechos sociales en el Congreso, en los Parlamentos autonómicos y en la calle, argumenta antes de afirmar: "ya enseñamos los dientes en la primera huelga general; ahora se trata de morder a aquellos que quieren arrebatarnos conquistas que ni siquiera son democráticas, sino logradas durante la dictadura, como la negociación colectiva". Llamazares reconoce las "insuficiencias" del paro del pasado 29 de septiembre contra la reforma laboral, pero destaca el "valor imprescindible" de la huelga general "cuando el Gobierno está traicionando a los trabajadores y a su propio programa electoral en favor del sector financiero y los mercados". Tras indicar que los efectos de una huelga general no son inmediatos, señala que el paro del 29-S ha tenido algún efecto desde el momento en que el ministro de Trabajo no es el mismo, aunque asegura que todavía tendrá consecuencias mucho más importantes en los próximos meses y años. El diputado de IU se muestra seguro de que si hay una huelga general porque el Gobierno se empeña en llevar adelante la "contrarreforma de las pensiones", la movilización tendrá efectos positivos y limitará las medidas más duras del Gobierno, como ha ocurrido en el pasado. No comparte "en absoluto" el diagnóstico del Ejecutivo de que la economía española llega al final de la recesión porque "las medidas de ajuste y las llamadas reformas no son otra cosa que recortes antisociales que prolongan la crisis, mantienen el estancamiento económico y distribuyen las cargas de manera injusta sobre las espaldas de los más débiles y de los trabajadores". La "agresión" a los derechos sociales y el relato "falso y engañoso" sobre las medidas frente a la crisis, que lleva ahora al Gobierno a decir lo contrario de lo que mantenía hace unos meses y a justificar medidas ultraconservadoras, le va a pasar al PSOE "una importantísima factura" en las próximas elecciones municipales y autonómicas, en opinión de Llamazares. Resalta que IU no debe conformarse con ser el refugio de los votos de aquellos que rechazan las políticas "antisociales" del PSOE, sino que debe ser una fuerza con voluntad de alternativa y de cambio, donde los electores encuentren una coherencia entre sus ideas y su voto y un espacio para hacer políticas de izquierdas. Después de un periodo en el que la federación ha sufrido "la transfusión del voto útil al PSOE", augura un fortalecimiento importante de IU, sobre todo, entre sectores jóvenes y en el ámbito urbano el 22-M.