Familiares y amigos de los soldados del contingente español que perdieron la vida el pasado lunes en Afganistán y que acudieron a recibirlos a la base aérea de Torrejón (Madrid) mostraron respeto, emoción y dolor al paso de los féretros, que fueron despedidos con gritos de "no os olvidaremos". Los féretros, con los cuerpos de los paracaidistas Germán Pérez Burgos, de Extremadura, y Stanley Mera Vera, ecuatoriano y nacionalizado español, habían sido bajados pasadas las 3.00 horas del Boeing 707 de la Fuerza Aérea Española en el que viajaron. Una vez en tierra, cubiertos por la bandera española, fueron conducidos, cada uno, por trece compañeros -seis porteadores y siete escoltas con el fusil "a la funerala" (apuntando hacia abajo)- al compás de una marcha fúnebre entre un respetuoso silencio. El Príncipe de Asturias, la vicepresidenta del Gobierno y el Ministro de Defensa saludaron con gesto de pesar al paso de los féretros, ante los que, antes de ser introducidos en coches fúnebres para su traslado al Anatómico Forense de Madrid, el Vicario General castrense, monseñor Francisco Pérez González, ofició un responso. El avión, en el que además de los cadáveres de los soldados españoles viajaban tres de los seis paracaidistas heridos en el atentado talibán ocurrido el pasado lunes, aterrizó a las 2.37 horas de hoy procedente de Manás (Kirguizistán), donde habían embarcado después de que un Hércules les hubiera llevado allí desde la base española de Herat, en Afganistán. Nada más aterrizar la aeronave, el jefe del Mando de Operaciones, el Teniente General Bernardo Álvarez del Manzano, bajó del avión y dio la novedad al Príncipe de Asturias, quien, acto seguido, junto con la Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, habló afectuosamente con los soldados heridos. El Sargento Carlos Soto García -quien tras los actos fúnebres regresará a Afganistán- y los soldados David Ospina y Oscar Bertomeo, se abrazaron posteriormente a sus familiares. Al acto, que concluyó sobre las 3.20 de la madrugada acudieron, además del Príncipe de Asturias, la Vicepresidenta Primera del Gobierno y el ministro de Defensa -quienes a su llegada a la base aérea presentaron sus condolencias a los familiares de los fallecidos-, jefes de la cúpula militar. Entre ellos, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, teniente general Félix Sanz Roldán, el del Ejército de Tierra, Carlos Villar Turrau, y el de la Armada, Sebastián Zaragoza. Los féretros serán trasladados al cuartel de la Brigada Paracaidista de Paracuellos del Jarama, donde a las 11.30 horas se oficiará un funeral de Estado presidido por los Reyes y al que asistirán altos cargos institucionales. El atentado se produjo en la provincia de Farah al explotar un artefacto al paso del vehículo militar BMR en que viajaban los soldados españoles y un traductor afgano, que también murió. Los soldados fallecidos recibirán la Cruz del Mérito Militar con Distintivo Rojo.