Los restos mortales del guardia civil Raúl Centeno, fallecido ayer en el atentado cometido por ETA en Francia, han llegado poco antes de las once de la mañana a la Base Aérea de Getafe (Madrid), donde han sido recibidos por los ministros del Interior y de Defensa, así como por el director de la Guardia Civil.Tras aterrizar el avión, un C-295 de la Fuerza Aérea Española, que despegó a las 09.45 horas de Burdeos (Francia), ocho compañeros del agente fallecido, del centenar que se encontraba en la base aérea, han bajado el féretro a hombros, cubierto con una bandera española y un tricornio encima.

Posteriormente un capellán castrense de la Guardia Civil ha oficiado un pequeño responso tras lo que el féretro ha sido conducido al coche fúnebre, mientras la banda de música del instituto armado interpretaba la marcha fúnebre de Chopin. En el avión que ha traslado al agente viajaban algunos de sus familiares, entre ellos sus padres, que muy emocionados han permanecido al pie de la escalerilla del aparato hasta que los restos de su hijo han sido introducidos en el coche fúnebre.

A continuación el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el de Defensa, José Antonio Alonso, el director de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, han dado el pésame a los familiares. Posteriormente los padres del agente, que han sido arropados por otros familiares que les esperaban en la base, han sido acompañados por los autoridades hasta un vehículo que iba detrás del coche fúnebre, que ha arrancado a las 11.15 horas de la base aérea, en dirección a la sede de la Dirección General de la Guardia Civil.

Entre los asistentes también se encontraban el subsecretario de Interior, Justo Zambrana, el presidente de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), Pedro Castro -alcalde de Getafe (Madrid)-, y el consejero de Presidencia y de Interior madrileño, Francisco Granados.