No hubo mayor ovación ayer en el Senado que la que se ganó Pilar Llop, la nueva presidenta, en su discurso inaugural, cuando pidió «terminar con la violencia machista; 1.028 mujeres y 34 niñas y niños han sido asesinados. Las mujeres somos el objetivo principal de los crímenes sexuales; es intolerable en el siglo XXI».

Llop se estrenó luciendo el barniz de la especialidad en violencia de género que tuvo siendo jueza, y se conjuró en pro de la igualdad de género como «una de las exigencias más clamorosas de nuestra sociedad».

Encarnando el guiño feminista de Pedro Sánchez al proponerla como candidata, subrayó sobre las mujeres: «Somos más de la mitad de la población, y debemos formar parte activa de la toma de decisiones».

Pilar Llop Cuenca, madrileña de 46 años de edad, ganó la presidencia del Senado con 130 sufragios, 21 más que Pío García Escudero (PP). Hija de un taxista y una peluquera, con solo cuatro años en política, es la segunda mujer que accede al cargo.

Como en otras aperturas, se oyeron en el Senado fórmulas de acatamiento de la Constitución más allá de la ordinaria. Antes de comenzar, el popular Javier Maroto pidió sin éxito a la presidenta que se evitaran los juramentos heterodoxos.

Los independentistas de ERC repitieron en catalán: «Por la libertad de las presas y los presos, el retorno de las exiliadas y los exiliados y hasta la consecución de la república catalana, por imperativo legal prometo».

Los de Junts habían jurado previamente ante notario, y «no por fuerza mayor ni por enfermedad», explicó Josep Lluís Cleríes. Eso les evitó posar ante un gran ejemplar de la Constitución que se interponía entre senador y presidenta en cada jura.

por españa / Los senadores del PNV prometieron «por imperativo legal», y los de EH-Bildu, además «hasta la república vasca». Los dos de Vox usaron un «Por España, sí juro». El de Més, Vicenç Vidal, prometió «sin renunciar al derecho de autodeterminación de los pueblos».

Y la andaluza Pilar González acató «por Andalucía libre». Pero la fórmula más novedosa fue la de los dos senadores de Teruel Existe, Joaquín Egea y Beatriz Martín, denunciando «la España vaciada». La senadora, embarazada, se llevó la mano al vientre para decir: «Prometo, prometemos».

Pilar Llop llega al cargo convencida de la misión territorial de la cámara. En su discurso valoró la «diversidad y pluralidad» de España y pidió «actuar con generosidad, tolerancia, respeto a todas las sensibilidades teniendo en la más alta consideración los elementos históricos, políticos, culturales y lingüísticos» que en su opinión enriquecen a España.