Los dos presuntos miembros de ETA detenidos el domingo integrarían, junto a otras dos personas que están siendo buscadas, un comando especializado en ayudar a pasar la frontera a otros terroristas y en el reparto de armas y explosivos entre las células operativas. La investigación permitió ayer localizar dos zulos cargados de explosivos. En la localidad oscense de Sabiñánigo se pudo localizar el primer escondite en un pinar apartado, gracias al croquis que se intervino a los detenidos. El material era muy similar al intervenido al último comando Donosti y estaba en perfectas condiciones.

Tres bidones de plástico cerrados herméticamente y enterrados escondían 126 kilos de explosivos: nitrato (107 kilos) y polvo de aluminio (18,9 kilos en 63 bolsas), con los que se podría fabricar amonal. Había cinco temporizadores, 12 detonadores industriales, y rollos de cordón detonante elaborado con pentrita. Más tarde se localizó otro zulo en Lesaka (Navarra), en los terrenos del detenido Mattin Sarasola.

Los tres presuntos etarras Zigor Ruiz Jaso, Iñigo María Albisu y Ana Isabel López Monge, llegaron ayer a Torrejón tras ser extraditados por el Reino Unido.