Tranquilidad. Ese fue el mensaje que el próximo lendakari Patxi López dirigió ayer a la sociedad vasca. "Seré el lendakari de todos, de los que nos han votado y de los que no", proclamó ante el comité nacional del PSE, en la que fue su primera intervención pública tras el acuerdo alcanzado con los populares para garantizarse la elección. Así, López quiso dejar claro que el pacto con el PP no implicará renunciar a los "principios" del PSE ni conllevará "frentismo" alguno. Su intención, dijo, es gobernar para todos, a pesar del tremendismo de quienes "pierden el poder".

Con tono institucional, el líder socialista intentó disipar el miedo que los nacionalistas alientan, al insistir en la debilidad del futuro Gobierno. Por eso, enfatizó la defensa de su "legitimidad" a la hora de sumar apoyos para un cambio que procure "aire nuevo" a Euskadi, y anunció que no aceptará que le critiquen por su pacto "antinatura" quienes no han cuestionado nunca que Juan José Ibarretxe llegara a presidente del Ejecutivo con los votos de "quienes siguen en connivencia con la violencia", en alusión a los herederos de Batasuna, primero con Euskal Herritarrok, y después con el Partido Comunista de las Tierras Vascas.

Consciente de que el PNV le reprocha una desmedida "ambición" por convertirse en lendakari --el presidente de los nacionalistas vascos, Iñigo Urkullu, lo reafirmó ayer--, López se remitió a los resultados electorales para asegurar que, si bien los peneuvistas ganaron en las urnas, la apuesta "soberanista" que encarnaba el tripartito (PNV, EA y EB) salió derrotada, en beneficio de la alternativa de cambio que lideran los socialistas.

RESPETO A LA PERTENENCIA El próximo lendakari insistió en que el Gobierno será "fuerte, sólido y estable", y se comprometió a no poner en marcha "ni una sola política" que excluya a un sector de los vascos. En esta línea, remarcó que el futuro no pasa por "reproducir el frentismo" y que, por eso, el nuevo Ejecutivo "respetará" los diversos "sentimientos de pertenencia" y la pluralidad social.

El secretario general del PSE no entró en detalles sobre el acuerdo con los populares que, previsiblemente se hará público el martes, pero sí descartó que haya concesiones que puedan chocar con la ideología socialista. Adelantó que, en todo caso, las políticas que piensa desarrollar demostrarán que el cambio "no es una palabra hueca".

El comité nacional del PSE avaló el acuerdo con el PP, así como los próximos pasos que dé la dirección socialista. López pidió expresamente el apoyo de la militancia, para cuando tenga que adoptar decisiones que no respondan estrictamente a los intereses del PSE, "sino a los del País Vasco".

PUENTES ROTOS Aunque López volvió a defender que la entente con el PP no limita la posibilidad de alcanzar otros acuerdos, dirigentes de EB, Aralar y el PNV descartaron ayer cualquier entendimiento a corto plazo. Urkullu acusó al PSE de "romper los puentes" que su partido ha intentado construir, y dijo que PSOE y PP mantienen un pacto de Estado para "acabar" con la plurinacionalidad.