"Máxima honradez, austeridad y bolsillos de cristal". Eso es lo que exigió ayer Patxi López a todos los cargos de su Gobierno con la advertencia clara de que no permitirá "ni un sombra de duda" en la gestión pública porque, añadió, ningún socialista se ha incorporado al nuevo Ejecutivo vasco "para hacerse rico".

Eran más de 200, entre consejeros, viceconsejeros, directores, asesores y responsables de empresas públicas. López los citó a la diez de la mañana en el traslúcido patio de la Lendakaritza --tiene el techo de cristal-- para recordarles que, en estos tiempos, en los que afloran casos de corrupción, el nuevo Gobierno de Euskadi lleva "las ideas" de justicia e igualdad en su ADN. Esto significa, explicó el lendakari, que la búsqueda del lucro en el ejercicio de las responsabilidades políticas está vetada. "Ningún fraude en ese terreno", subrayó.