Los presupuestos para el 2008 aprobados por el Consejo de Ministros son un "fiasco y un engaño", según declaró ayer el presidente del PP, Mariano Rajoy, para quien las nuevas cuentas crean "problemas territoriales". "El dinero de todos no se puede repartir por cuotas o presiones, sino según las necesidades", dijo Rajoy en alusión a los acuerdos con algunas comunidades. Además, resaltó que el Ejecutivo se ha ocupado de debates estériles y no a los problemas económicos, aprovechándose de la "despensa llena que dejó el PP".