El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso ayer a España elevar las relaciones entre los dos países más allá del ámbito bilateral con el fin de fortalecer el "multilateralismo" y promover iniciativas "para la paz, el desarrollo y un mundo más justo y democrático".

Lula, estrella ascendente de la política internacional y nuevo referente del socialismo, inició su primera visita oficial a España con un mensaje cuidadosamente moderado en lo político y de fuerte contenido económico. El mandatario defendió la necesidad de conciliar la prosperidad y la justicia social y dedicó numerosos guiños a los inversores privados, a quienes elogió por crear un "nuevo factor de acercamiento" entre los dos países.

PATRONAL Y SINDICATOS

El presidente de la mayor potencia iberoamericana hizo estas consideraciones en la cena de gala que le ofrecieron los Reyes en el Palacio Real, tras una intensa jornada en la que se reunió con la patronal CEOE y con los líderes de los sindicatos UGT y CCOO, así como con el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras destacar que su visita coincide con el año del 25 aniversario de la Constitución española, Lula destacó que España "es una nación que ha sabido conciliar la diversidad y la unidad" y manifestó que para los brasileños ha sido "de gran valor" el "ejemplo de sabiduría del pueblo español" al "conducir pacíficamente el reencuentro con la democracia". También destacó las "raíces ibéricas" de Brasil y dijo que están en el origen de su pueblo "junto al elemento indígena y africano".

En su intervención, el Rey dio un espaldarazo a Lula. Tras recordarle que los españoles le mostraron su "profundo aprecio" al otorgarle el Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional del 2003, dijo don Juan Carlos: "Sabemos de vuestro empeño por dirigir a Brasil hacia mayores cotas de prosperidad y de bienestar, reduciendo el paro, desarrollando la democracia y los derechos humanos, y favoreciendo el proceso de integración de la región".

El Monarca apoyó los "nobles esfuerzos" del Gobierno brasileño "en la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad social", y comprometió la "estrecha cooperación" de España para que ese proyecto se consolide. El Rey demandó "hacer más" para reforzar el conocimiento mutuo y, en ese sentido, se congratuló del incremento de la enseñanza del español en Brasil.

Nada más iniciar su intervención, el Monarca sobrevoló sutilmente el actual pulso entre el Gobierno central y los nacionalistas catalanes y vascos a cuenta del modelo de Estado. El Rey afirmó que la España de hoy es un país "moderno, abierto y dinámico, fiel a sus tradiciones y orgulloso de su marco constitucional, basado en la convivencia democrática y que garantiza nuestra rica diversidad y pluralidad".

Lula llegó a Madrid procedente de Lisboa y Londres, acompañado de su mujer, Marisa Leticia, y de los ministros de Asuntos Exteriores, Turismo y Desarrollo, Industria y Comercio. En su última jornada de visita, hoy almorzará con José María Aznar, en la Moncloa, y recibirá a Felipe González.

ENCUENTRO CON ZAPATERO

Zapatero y Lula, que ayer mantuvieron un encuentro privado en el Palacio del Pardo, coincidieron en la necesidad de abrir los mercados internacionales a los países en desarrollo para alcanzar una globalización más solidaria. Zapatero calificó el encuentro de "cariñoso y entrañable" y aseguró que acordó con Lula estrechar la relación entre el Partido de los Trabajadores y el PSOE.