El presunto cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, declarará previsiblemente mañana en el macrojuicio que sienta en el banquillo a 37 acusados de la red corrupta, después de que el tribunal reproduzca la declaración ante el juez de instrucción de un acusado que falleció, Leopoldo Gómez.

La quinta jornada del juicio se iniciará con la reproducción de esa grabación, tras lo que está previsto que comparezca Correa, quien ha intentado un pacto "in extremis" con la Fiscalía después de haber abonado los 2,2 millones de euros de fianza civil que le reclamaba el ministerio público.

La declaración de Correa es una de las más esperadas del juicio, y se producirá después de que ayer tres acusados arrepentidos de la trama le implicaran y dijeran que pagó dinero a cambio de adjudicaciones públicas a políticos como el exalcalde de Pozuelo (Madrid) Jesús Sepúlveda.

Esta acusación la hizo el exedil de Hacienda de Pozuelo Roberto Fernández, quien afirmó que Correa pagaba dinero, viajes y regalos a Sepúlveda, y que también financió con 100.000 euros la campaña electoral de 2003 que le llevó a la alcaldía.

Según el exedil arrepentido, Correa llegó a ir al despacho de Sepúlveda para darle en persona un sobre con dinero.

También le incriminó el constructor Alfonso García Pozuelo, quien dijo que le abonó 471.245 euros en 2002, otros 270.000 en 2003 y 65.000 más en 2004 por sus gestiones para que su empresa, Constructora Hispánica, recibiera contratos públicos.

A Correa, que se enfrenta a 125 años de cárcel, la Fiscalía le imputa haber liderado desde 1999 hasta 2009 "un entramado societario y personal dirigido a enriquecerse ilícitamente con cargo a fondos públicos" y contó para ello con la colaboración de una serie de políticos a los que compensaba con pagos en especie.

Tras Correa, le tocará el turno al considerado número dos de la Gürtel, Pablo Crespo, y a Álvaro Pérez Alonso, "El Bigotes", que se enfrentan a 85 y 5 años de cárcel, respectivamente.