Cambiar el discurso y aparcar la consulta. Eso es lo que el coordinador de Ezker Batua (EB) y consejero de Vivienda, Javier Madrazo, le pidió ayer a Juan José Ibarretxe porque ya solo quedan seis meses hasta las autonómicas y la consulta prohibida por el Constitucional no puede seguir siendo "la única carta de presentación" del Gobierno vasco.

Madrazo recuperó el mismo mensaje que empleó en marzo cuando admitió que el varapalo electoral podría tener su origen en un excesivo recurso a las cuestiones soberanistas. Ya entonces defendió la necesidad de dar un giro al discurso del Gobierno y ocuparse en trasladar la gestión en torno a los problemas de los ciudadanos, dando prioridad a las políticas sociales.

El consejero confesó que el debate sobre el derecho a decidir "ha eclipsado" otras acciones y anunció la necesidad de que Vitoria desarrolle una campaña de información sobre las políticas "progresistas" que desarrolla.

AUTOCRITICA Consciente de que sus palabras llegaban apenas 24 horas después de la solemne comparecencia de Ibarretxe y de los miembros de su Gabinete para arremeter contra el Constitucional, Madrazo no eludió defender la consulta y la denuncia contra España ante al Tribunal de Derechos Humanos.

El coordinador de EB tampoco olvidó que su compañero Gaspar Llamazares se quejaba el jueves del oscurantismo que ha rodeado la iniciativa del Ejecutivo vasco. Por eso, anunció que EB hará "autocrítica" por no haber sabido combatir con eficacia "las mentiras" del PP y del PSOE sobre la propuesta. Desveló que su partido se empleará a fondo en ofrecer explicaciones a la ciudadanía sobre la denuncia que PNV, EA, EB y Aralar presentarán contra España en Estrasburgo.

Al contrario que Madrazo, el portavoz de EA, Mikel Irujo, dejó claro que su fuerza política "no se resigna", aunque acate la decisión del TC, y emplazó a Zapatero a que tenga la valentía de "consultar" a los vascos.

Por su parte, el secretario general del PSE en Alava, Txarli Prieto, respondió al lendakari diciendo que no es el Tribunal Constitucional quien "amenaza" la democracia, sino quienes, como el propio Ibarretxe, "atentan" contra las reglas del juego y "dificultan" la convivencia.