La reprobación del secretario general de Vox y portavoz del grupo de extrema derecha en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, fracturó ayer a los socios del gobierno municipal. La censura al dirigente ultra por su «falta de respeto a las víctimas de la violencia de género» salió adelante gracias al voto favorable de Ciudadanos, que se sumó al PSOE y a Más Madrid, frente a los votos en contra del PP y Vox.

Este desmarque de Cs puede tensionar el gobierno bipartito del alcalde José Luis Martínez-Almeida que, como recordó ayer el propio Ortega Smith, se configuró gracias a los votos de Vox y necesita a esta formación para aprobar los presupuestos municipales del 2020, que se someterán a votación en diciembre. Los socialistas presentaron ayer esta moción de urgencia, después de que Ortega Smith hiciese el pasado lunes un discurso negacionista de la violencia machista en el acto institucional del ayuntamiento por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que recibió el reproche público de Nadia Otmani, una mujer víctima de violencia machista en silla de ruedas.

El alcalde y la número dos, Begoña Villacís (Cs) dejaron patente en público su discrepancia en este tema. La vicealcaldesa defendió que Ciudadanos no dará «ni un paso atrás» en la violencia machista porque es «un hecho incuestionable», aunque matizó que, pese a estar «en los antípodas» de Ortega Smith en este ámbito, no le reprobaba por su ideología, sino por su falta de «respeto y humanidad» al hacer una «arenga» ante «víctimas de malos tratos». «Nadia no estaba ahí porque la hubiera puesto nadie, no es de extrema izquierda. Estaba en primera fila porque está en silla de ruedas porque la tiroteó su cuñado», agregó.

En cambio, Martínez-Almeida se limitó a afirmar que la intervención de Ortega Smith fue «desafortunada», pero sostuvo que la «reprobación formal» sienta «un precedente peligrosísimo» porque, a su juicio, está en juego «la libertad de expresión».

«ME IMPORTA UN BLEDO» / «Por detestables que nos pudieran parecer las palabras, no significa que no estén amparadas en la Constitución», defendió el alcalde, quien añadió que «con el PSOE de Pedro Sánchez, ni a la vuelta de la esquina» por pactar con «herederos de ETA y condenados por un golpe de Estado». El reprobado Ortega Smith no decepcionó en su reacción a la medida: «Me importa un bledo. Volvería a hacer exactamente lo mismo».