Al mal tiempo, buena cara. Eso es lo que, echando mano de su alma más pragmática, pusieron en escena los peneuvistas durante un sábado de Carnaval en el que por la mañana tuvieron que condenar el atentado de más envergadura que han sufrido sus sedes durante la campaña, durante la madrugada anterior, y por la tarde arroparon festivos al lendakari Juan José Ibarretxe convertido en auténtico Mr Spok al frente de la galaxia vasca .

No fue broma el artefacto casero que destrozó la sede del PNV en el barrio baracaldés de Cruces. La mezcla de explosivo, líquido inflamable y cohetes pirotécnicos que estalló dio un susto de muerte a los vecinos y destrozó el batzoki recién remodelado tras un ataque anterior. Además, la deflagración alcanzó a tres coches aparcados.

El drama

"Podía haber sucedido cualquier cosa", se lamentó el presidente del PNV, Iñigo Urkullu al subrayar que no medió aviso alguno sobre la colocación del artefacto. A la hora del estallido, poco después de las doce de la noche, había gente en la zona y el atentado podía haber terminado, una vez más, en drama.

También la sede peneuvista en la calle Carlos I de San Sebastian, sufrió la ira de los violentos que han puesto al PNV en el objetivo de los ataques. Van seis y se teme aún lo peor porque, según la policía, existen directrices para castigar a los responsables de la represión.

Pero tras sufrir la de cal, llegó la de arena. Los jóvenes peneuvistas, que en esta campaña ya habían sorprendido a muchos comparando el voto a Ibarretxe con la práctica del sexo seguro, tenían decidido montarla con una fiesta inspirada en la serie Star Treck. La sede principal del PNV en Bilbao, la Sabin Etxea, porque está construida en el lugar donde nació el fundador del partido, Sabino Arana, lo anunciaba con un gran cartel sobre su fachada: Mr, Spock Party . A media tarde, ocupantes de la nave Enterpise salieron a los jardines que la rodean.

Candidatos como la todavía presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao, o el presidente del PNV en Vizcaya, Andoni Ortuzar, comparecieron convenientemente ataviados de habitantes de Vulcano, incluidas las orejas puntiagudas y peculiares propias del comandante Spock, con las que se hacen habituales caricaturas de Ibarretxe.

"Que nadie lo dude, vamos a lograr hacer la realidad la frase: la nave está fuera de peligro", recitó el teniente Ortuzar. Con frases textuales de las películas, la voz forzada y al hilo del eslogan de campaña que reza Ahora más que nunca , el jefe de trikis señaló al comandante Spock-Ibarretxe como ejemplo de "racionalidad manifiesta".

Spock no defraudó. Tras defender la importancia de "reírse de uno mismo y no de los demás", se exhibió como claro jefe de la euskalprise . De hecho, desveló que informes recientes apuntan intentos "muy serios de controlar la galaxia vasca" y, además, recordó a los vulcaneses la obligación de defenderla ante quienes, desde otra galaxia, pretenden dirigir "por control remoto".