La pregunta de Alberto de Mónaco en la ceremonia de elección de la sede de los Juegos Olímpicos del 2012 a la delegación española, interesándose por la seguridad para evitar atentados de ETA como el ocurrido en el estadio de la Peineta, causó "sorpresa" en la reina Sofía, presente en el acto, según dijeron a este diario fuentes del entorno de la Zarzuela. Más contundente, un portavoz de la Moncloa expresó el "malestar" del Gobierno con el príncipe. "La pregunta y el tono son impropios de un jefe de Estado", dijo. M. S.