El día comenzó con la noticia de que el seminacionalizado Commerzbank presentó unos resultados horribles, con unas pérdidas de 1.860 millones de euros en el último trimestre. En total, perdió 4.537 millones de euros en el 2009, y eso después de recibir ayudas públicas por más de 18.200 millones. Tras el debate sobre si se debe o no ayudar a Grecia, los inversores alemanes no están para dejar pasar ni una. Así que encajaron bien los números del banco, como tampoco el índice IFO, que mide la confianza empresarial, que bajó inesperadamente.

Lo que en principio fue una apertura alcista en el mercado español, con máximos de la sesión en 10.638 puntos, se convirtió en una jornada bajista de manual, que terminó por hundir al Ibex en los 10.312 puntos, con una caída del 2,44%. El sector financiero del selectivo recibió el mayor castigo, superior al 3,5%.

Cuando Wall Street entró en juego, había muy pocas esperanzas de recuperación. Los datos que se conocieron, como la confianza de los consumidores, no ayudaron a enderezar la jornada. No hubo más historia, salvo la rebaja que ha realizado Fitch del rating de los cuatro bancos más grandes de Grecia. Y la rebaja de Moody´s a las participaciones preferentes de 18 bancos españoles.

En el Ibex, los bancos se han llevado todos los palos, con el Santander y el BBVA con pérdidas de entre el 3,5% y el 4%. Bankinter, Popular y Sabadell se dejaron entre el 2% y el 3%. El peor valor del día fue BME, que registró una caída del 4,84%, aunque Sacyr, con una bajada del 3,90%, y Gamesa tampoco olvidarán la jornada.

Por el contrario, OHL subió cerca del 1% después de presentar unos resultados sólidos. En el mercado continuo, SOS Corporación Alimentaria, subió casi el 14%, tras conocerse una oferta de Nueva Rumasa, mientras la constructora San José destacó por una caída del 8,46%. Por su parte, la rentabilidad de la deuda bajó ocho centésimas hasta el 3,913%.