El juicio por los atentados del 11-M, la acción terrorista más grave ocurrida en España, en la que murieron 191 personas y resultaron heridas 1.824, arranca mañana en la Audiencia Nacional con 29 acusados en el banquillo, unos 650 testigos y 98 peritos. Entre los 29 procesados, para quienes el Ministerio Público pide penas que oscilan entre los 4 y los 38.667 años y que suman un total de 270.885 años, hay quince marroquíes, nueve españoles, dos sirios, un argelino, un libanés y un egipcio.

La vista oral comenzará con el interrogatorio de Rabei Osman El Sayed, "Mohamed El Egipcio", uno de los supuestos autores intelectuales de la masacre, al que seguirán en el estrado otros dos presuntos inductores, los considerados autores materiales de la masacre, los acusados de colaborar con éstos y, por último, los miembros de la llamada "trama asturiana" de los explosivos.

El tribunal que juzgará el 11-M está compuesto por el presidente de la Sala de lo Penal, Javier Gómez Bermúdez -que será el ponente de la sentencia- y los presidentes de la secciones segunda y tercera de la Sala, Fernando García Nicolás y Alfonso Guevara, respectivamente.

Guevara -que en una entrevista concedida a Efe afirma ser consciente de que "si nos miran siempre con lupa, más en este caso"- asegura que con la decisión de citar como testigos en el juicio a tres presos de ETA "no se está cuestionando ni la instrucción sumarial ni cualquier investigación" de los atentados.

Para el juicio han sido designados dos fiscales, Olga Sánchez -asignada al caso durante su instrucción- y Carlos Bautista, quienes en las primeras sesiones estarán acompañados por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, y el teniente fiscal, Jesús Santos.

En representación del Estado asistirán dos abogados, por parte de las acusaciones particulares veintitrés letrados y veintiséis serán las defensas de los acusados.

Las acusaciones Entre las acusaciones personadas están la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M y la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

La presidenta de la primera, Pilar Manjón, aseguró a Efe que "alguien está intentando manipular" el juicio del 11-M "prendiendo una mecha casi guerra-civilista" y dijo no saber por qué se siembran "dudas" sobre la implicación de ETA en los atentados.

Sin embargo, la presidenta de la segunda asociación, Ángeles Domínguez, defiende la necesidad de que se investiguen "todas las vías posibles" para que se sepa "toda la verdad" y aboga por que se hagan "las cosas bien", puesto que considera que, a día de hoy, no se sabe "por qué se hizo ni quién" perpetró el atentado.

Por su parte, los letrados de oficio designados para la mayoría de los acusados hablan de una instrucción "desastrosa" y una acusación "aleatoria" y "sin rigor" y califican la situación de sus clientes como "propia de la Edad Media".

Seguimiento del juicio Las víctimas del 11-M podrán seguir las sesiones del juicio, que se celebrará en un pabellón que la Audiencia Nacional tiene en la Casa de Campo de Madrid, a través de un circuito interno de televisión desde una sala habilitada para ellos -con capacidad para 150 personas-, donde recibirán apoyo psicológico y sanitario en todo momento.

El 'macrojuicio' contará con las tecnologías más avanzadas, entre ellas la notificación a los procuradores a través de Internet, además de con 17 pantallas de plasma que permitirán el seguimiento del juicio a todos los asistentes y con dos cabinas de traducción para los intérpretes.

Casi 400 periodistas de más de 160 medios de comunicación cubrirán este juicio, pero sólo 140 podrán acceder al interior del pabellón y el resto tendrá que permanecer en el exterior.