La izquierda aberzale repitió ayer la fórmula del pasado día 13 en San Sebastián. De nuevo un grupo de ciudadanos como convocantes, otra vez Batasuna presente en un segundo plano, y también en esta ocasión ausencia total de incidentes. La manifestación de Bilbao fue una réplica casi exacta, salvo por los paraguas. Pese al clima, miles de personas reclamaron con insistencia el acercamiento de los presos de ETA y el derecho de autodeterminación. Ningún lema sobrepasó los límites marcados por el Departamento de Interior y la Audiencia Nacional.

La dirigente de Batasuna Jone Goirizelaia reclamó al PSOE antes del inicio de la movilización que "arbitre medidas" para que Batasuna pueda realizar su actividad política con normalidad. Criticó también que a presos como Iñaki de Juana Chaos, actualmente en huelga de hambre, "no se les respeta su derecho a estar en libertad condicional", mientras el Gobierno se "salta" la legalidad para dejar en libertad a Rafael Vera. Junto a Goirizelaia desfilaron otros dirigentes como Joseba Permach, Pernando Barrena, Joseba Alvarez y Karmelo Landa, y líderes del sindicato LAB, como Rafa Díez Usabiaga.

ULTIMO INTENTO La asociación Dignidad y Justicia intentó de nuevo a primera hora evitar la marcha. Sin embargo, los informes policiales indicaron que, pese a la rueda de prensa de Barrena y Alvarez y la aparición de carteles con el logotipo de Batasuna y el lema de la marcha, no había vinculación entre la fuerza ilegalizada y la protesta. De hecho, la policía solo encontró dos carteles y afirmó que podría tratarse de "una iniciativa a título particular".