El ex presidente del Congreso de los Diputados Manuel Marín afronta su futuro orgulloso de gozar de un "cierto reconocimiento general" como "un político decente, que lo intentó y no se dejó hacer por nadie", pero aclara una cuestión: en España no es que uno se retire de la política, "te retiran".

Marín (Ciudad Real, 1949) recogerá en Las Pedroñeras (Cuenca) el 31 de mayo.la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha, máximo galardón de la comunidad autónoma.

De momento da clases de apoyo en la Universidad a la espera del nuevo curso y ha empezado a colaborar con fundaciones, entre ellas el Club de Madrid, donde coordinará el panel de cambio climático.

Niega echar de menos la política pero también rechaza haberla dejado con amargura. Al contrario, se va orgulloso de su "pequeño patrimonio personal": un "cierto reconocimiento general de que este tío fue un político decente que lo intentó, que no se dejó hacer por nadie y que mantuvo su posición institucional".