Pasqual Maragall lamentó ayer en el Parlamento catalán que José Luis Rodríguez Zapatero, como antes hicieron Adolfo Suárez y Felipe González, "confunda Cataluña con el nacionalismo catalán". El encorsetado sistema de tiempos de intervención de la Cámara impidió que Maragall desarrollara con detalle su queja, pese a que el president tenía ganas, pero quedó en el aire, otra vez en sede parlamen-taria, su protesta por el hecho de que Zapatero cerrara con el líder de CiU, Artur Mas, el acuerdo del Estatuto.

Tras la afirmación del presidente de la Generalitat estalló un bullicio ante la posibilidad de que Maragall abriera un nuevo frente de disputa, esta vez con el presidente del Gobierno, con quien, precisamente hoy, tiene previsto celebrar un mitin en Girona cara al referendo del próximo 18-J.

Suárez --tuvo tiempo de explicar Maragall-- cometió el error de forzar el retorno de Josep Tarradellas vía Madrid. González --había explicado ya en alguna ocasión, aunque no ayer-- sacrificó a Narcís Serra como vicepresidente por petición expresa de Jordi Pujol. El problema de su referencia a Zapatero es que el pasado marzo criticó su acuerdo estatutario con Mas por "forzado, dudoso y un poco precipitado". El pitido de final de tiempo de intervención dejó en ascuas a los presentes.

LOS PUENTES CON ERC El lamento de Maragall terminó ayer por empequeñecer otro interesante episodio de la sesión de preguntas al president : su primer cara a cara en público con Josep Lluís Carod-Rovira desde que los consejeros de ERC fueron expulsados del Ejecutivo. El líder de ERC le afeó a Maragall que anteayer calificara el no republicano al Estatuto de "fundamentalismo". Y le recordó que tanto él como Zapatero son presidentes gracias a los votos de ERC.