Pasqual Maragall anunció ayer que si gana las elecciones hará de la eurorregión económica que propugna una prioridad de su mandato como presidente de la Generalitat de Cataluña. La propuesta del líder de los socialistas catalanes fue acogida con duras críticas por el Gobierno, que la calificó de "disparatada".

Esa eurorregión incluiría los territorios de la antigua Corona de Aragón --Cataluña, Baleares, Valencia y Aragón-- y las regiones franceses de Languedoc-Rosellón y Midi-Pyrinées. Maragall expuso su proyecto en una conferencia en la Universidad Catalana de Verano de Prada del Conflent (Francia) y explicó que su propuesta no es un intento de resucitar la Corona de Aragón que, dijo, "es el pasado". Agregó que, "ni mucho menos", propone que Cataluña se anexione Aragón, Baleares, Valencia y zonas del sur francés.

RESPUESTA VALENCIANA

La Generalitat valenciana (gobernada por el PP) consideró la propuesta un "sinsentido" y "ofensiva a los derechos del pueblo valenciano", dijo el consejero de Presidencia, Alejandro Font de Mora.

Horas antes, el secretario general del PP, Javier Arenas, ya cargó contra Maragall por declarar que Aznar es "el segundo peligro, después de los terroristas", para el País Vasco. Arenas replicó que Maragall sí que es "un peligro" para Cataluña y que ha cometido "un exceso incalificable".

REYES CATOLICOS Y BONO

José Bono, presidente de Castilla-La Mancha y uno de los barones del PSOE, y Cristina Alberdi, exministra socialista, rechazaron la propuesta de Maragall. El primero desdeñó la idea por antigua. "La España de los Reyes Católicos me importa muy poco, porque la que me importa es la de mis hijos", dijo. Alberdi reclamó la convocatoria de un congreso extraordinario del PSOE para determinar si se acepta el modelo de Estado propuesto por Maragall.