Andalucía será la clave del futuro diseño del Estado autonómico. Pasqual Maragall invitó ayer a esa comunidad a sumarse al club de las nacionalidades históricas y que ese estatus se refleje en la Constitución. El presidente catalán consideró que sería "un error dramático" que Andalucía se decantara por convertirse en "adalid" del uniformismo autonómico.

Maragall eligió una conferencia en El Escorial (Madrid) para exponer su tesis sobre el papel de Andalucía en la configuración del Estado. Un papel que considera primordial para superar todos aquellos tópicos que impiden avanzar en el debate sobre la reforma constitucional. "Aquí el traje a medida que estamos haciendo va a depender crucialmente de lo que haga o diga Andalucía", resumió.

El presidente catalán citó las "razones" de Andalucía "para postular un tratamiento diferenciado": posee una cultura "robusta y singular" y accedió a la autonomía por la vía del artículo 151 de la Constitución, que le permitió recorrer el camino con más rapidez que las del 143 y que le reporta más autogobierno.

Maragall recordó que la Carta de 1978, elaborada durante la transición, limita explícitamente la condición de nacionalidad a aquellas autonomías que hubieran plebiscitado su Estatuto "en el pasado", por no mencionar el concepto entonces tabú de la Segunda República. Es decir, Cataluña (1932), Euskadi (1936) y Galicia (1939). Maragall insinuó que Andalucía se habría sumado a ese grupo de no haber sido por la guerra civil.

El líder catalán también descartó con rotundidad que Cataluña reclame el concierto económico siguiendo el modelo de Euskadi.