El portavoz del PSOE en el Senado, Marcelino Iglesias, se ha mostrado hoy convencido de que una reforma en profundidad de esta Cámara "relajaría muchísimo" el debate territorial y además las comunidades tendrían un "sitio donde encontrarse, coordinarse, debatir y discrepar".

A su juicio, las comunidades autónomas "ahora sólo pueden discrepar en los periódicos" y eso "no tiene ni pies ni cabeza".

Por ello, Iglesias ha dicho que espera que el PP convoque la ponencia de estudio para la reforma de las funciones del Senado, que no se reúne desde el pasado junio.

Los socialistas creen que el PP no ha vuelto a convocar esta ponencia porque "tocaba hablar de la composición, que es lo que a ellos les complica más la vida", ha apuntado el portavoz.

Además, ha asegurado que la llamada "declaración de Granada" del PSOE es suficientemente amplia como para que los socialistas no tengan que esperar a la Conferencia Política de noviembre y puedan ya "negociar una reforma del Senado con modelo de gobiernos o con modelo mixto, como el austríaco, donde también estarían representados los parlamentos".

En declaraciones tras la reunión de la Junta de Portavoces de la Cámara Alta, el portavoz socialista ha argumentado que la crisis territorial "tan profunda" que vive España necesita "mucho diálogo", "muchos acuerdos" y que los "partidos sean muy responsables".

Ha incidido en que es necesaria una "reforma de la Constitución para ponerla a punto" y que el Senado "pase realmente a ser una Cámara territorial", donde se produzcan los debates de las comunidades autónomas, sobre la "financiación, las competencias y todas aquellas cuestiones que son responsabilidad de las comunidades, como sucede en todos los países compuestos y federales".

Tras apuntar que España "funciona prácticamente como un país federal", Marcelino Iglesias ha explicado que, sin embargo, no tiene elementos de vertebración federales, "que es lo que hace falta en este momento".

En su opinión, el Senado y la Conferencia de Presidentes que puso en marcha Zapatero son esos órganos que permitirían que las comunidades autónomas pudieran "dialogar entre sí y con el Gobierno de la nación".