El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha dicho hoy que la UE debe desarrollar una "labor de acompañamiento" en lo político y en lo económico en los procesos de transición de los países del norte de África y que la Unión para el Mediterráneo puede tener un "papel fundamental".

Margallo ha pronunciado estas palabras durante la presentación en un desayuno organizado por Europa Press del viceministro marroquí de Asuntos Exteriores, Youssef Amrani.

Tras afirmar que Marruecos es prioritaria en la política exterior española, ha dicho que las revoluciones en los países del norte de África "cogieron por sorpresa al mundo" y que ahora "se dirime un conflicto entre las fuerzas que quieren combinar Islám y democracia y las que quieren en nombre del Islám negar la democracia".

El ministro español ha señalado que de lo que "triunfe" dependerá el futuro del norte de África, el mundo árabe e, incluso, Europa y ha subrayado que el proceso será "lento y probablemente con altibajos", a la vez que ha dejado claro que se trata de un proceso político pero también económico.

Así, ha opinado que los países de la UE -a través de la Unión para el Mediterráneo y de otros mecanismos- deben hacer una "labor de acompañamiento" a esos países de la ribera sur del Mediterráneo pero que el "protagonismo" corresponde a aquellas sociedades.

Margallo ha destacado que ese "proceso de estabilización político, de desarrollo económico apoyando y arropando los procesos de transición democrática y un acompañamiento inteligente a la carta y a petición de la UE en general y de España en particular contribuirán a que los países del norte de África hallen la paz".

"Los peligros externos que sobre esta evolución se ciernen son el enquistamiento del conflicto árabe-palestino-israelí, los acontecimientos que se producen en Siria e Irán y los acontecimientos en vías de solución que se están produciendo en Mali", ha añadido el ministro.

Para Margallo, "una desestabilización de Mali hubiese supuesto un peligro de contagio para toda la región" y por eso España "cumple con sus compromisos y obligaciones en aquellas tierras".