María Dolores de Cospedal (1965) será la nueva ministra de Defensa en el Gobierno de Mariano Rajoy. El líder del PP premia así a la que ha sido la secretaria general durante los años duros de la'trama Gürtel' y el 'caso Bárcenas' y a la que ha dado la cara, con más o menos acierto, ante las preguntas sobre los escándalos decorrupción. Para siempre quedará en el imaginario popular la mítica frase que soltó el 25 de febrero del 2013 en la sala de prensa de Génova, cuando se le escapó que el extesorero había seguido cobrando del PP "una indemnización en diferido".

Cospedal es abogada del Estado, como Soraya Sáenz de Santamaría, su compañera en un Ejecutivo donde esta repetirá como vicepresidenta. Pero pública es su la mala relación entra ambas dirigentes.

La secretaria general ha hecho saber estos años que no aprobaba la estrategia de Santamaría de coger un escudo cada viernes, en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, para evitar responder a cualquier pregunta sobre los escándalos que acechaban al partido con la excusa de que "como Gobierno" no podía opinar o pidiendo directamente a los periodistas que plantearan esas preguntas al "partido". "No me siento cuestionada, había que ser portavoz en los momentos más difíciles que ha vivido este partido y, francamente, la que lo ha hecho he sido yo", dijo Cospedal en la primavera del 2015, cuando la debacle electoral en Andalucía disparó las críticas hacia su gestión como secretaria general.

INTENTO PARA PRESIDIR EL CONGRESO

El presidente intentó en julio evitarse la tensión de tener que verlas sentadas cerca cada viernes en el Consejo de Ministros y trató de nombrarla presidenta del Congreso, pero Albert Rivera, cuyo apoyo necesitaba para quedarse con ese puesto, la vetó. Al político catalán le llegó a confesar que tenía "muchos palillos" que tocar para colocar a todos sus fieles, un argumento que no convenció al presidente de Ciudadanos, que le advirtió del riesgo de que la actualidad de los tribunales salpicaran día sí, día también a la presidenta de la Mesa del Congreso, que es la tercera autoridad del Estado tras el Rey y el presidente del Gobierno.

Así las cosas, Cospedal, ha sabido esperar su recompensa y la ha tenido. La expresidenta de Castilla-La Mancha, esa que gobernó con unas tijeras en la mano, fue la que más rápido puso en práctica la austeridad de Rajoy. Según un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, su Ejecutivo ostentó el primer puesto en el recorte de los gastos sociales por habitante: el 30% entre el 2009 y el 2013. Cospedal fue la que más ajustó el déficit, que pasó del 7% del PIB autonómico en el 2010 al 2% en el 2013.

ARENAS, SU PADRINO

Sus primeros trabajos para el Gobierno del PP los hizo en el Ministerio de Trabajo, donde ya estaba de técnica con Cristina Alberdi (PSOE). Después llegó el conservador Javier Arenas, considerado su padrino en los primeros tiempos. Esa relación se fue deteriorando y se rompió definitivamente con el 'caso Bárcenas', cuando ambos no coincidieron con la estrategia de distanciamiento del extesorero, que tenía una larga relación personal con Arenas.