Mariano Rajoy ha reconocido este jueves su error al confiar en Luis Bárcenas. Ese ha sido la única asunción de responsabilidad que ha llevado a cabo el presidente del Gobierno durante su comparecencia parlamentaria, a regañadientes, para dar cuenta del escándalo que afecta de lleno a su partido. El jefe del Ejecutivo ha negado todas las acusaciones que el extesorero lanza desde hace semanas, principalmente la de una contabilidad en B del PP de proporciones gigantescas, y en su lugar ha retratado a Bárcenas, al que ha llegado a citar por su nombre y apellido, como un preso que lanza estas acusaciones con el único objetivo de defenderse. Ya en la réplica, ante las múltiples peticiones de dimisión que le ha hecho la oposición (del PSOE a IU-ICV, pasando por UPD y ERC), Rajoy ha dejado claro que piensa mantenerse en su puesto.

"Responderé de forma muy clara y directa: No. No voy a dimitir de las responsabilidades que me encomendaron los españoles por amplia mayoría. La pobreza de sus argumentos y la fuerza de mis razones hacen que ni considere esa posibilidad. Ni voy a dimitir, señor Rubalcaba, ni voy a convocar elecciones. Que quede muy claro", ha dicho el presidente, que solo se ha dirigido al secretario general del PSOE, pasando por alto los mensajes del resto de los grupos.

En su primera intervención, Rajoy ha anunciado que no pensaba caer en el y tú más. Pero en el segundo turno ha sacado casi toda la artillería en este terreno: el caso Filesa, Luis Roldán y el caso Filesacaso Faisán. Solo han faltado los eres de Andalucía. "A mí no se me piden explicaciones, lo que me piden es que me declare culpable. Se lo diré con meridiana claridad. No me voy a declarar culpable porque no lo soy. No tengo constancia alguna de que mi partido se haya financiado ilegalmente. No me voy a declarar culpable porque no he venido a la política a enriquecerme, porque tengo profesión. No me voy a declarar culpable, porque aunque no soy un compendio de virtudes, soy una persona recta y honrada.Convocar elecciones es exactamente lo contrario de lo que conviene a este país", ha insistido el líder del PP.

Los mensajes de móvil

Rajoy, en resumen, se ha presentado como un jefe algo ingenuo, que tras haber sido traicionado por un estrecho colaborador (Bárcenas) ve ahora como sus adversarios políticos le calumnian. Incluso ha hecho referencia, en la réplica, a los compremetedores mensajes de móvil que intercambió con el extesorero hasta hace unos meses, que revelaron una relación muy estrecha entre ambos. "Vamos a hablar ahora de mi relación con el señor Bárcenas. He tenido muchos colaboradores. Cada vez que han tenido dificultades, les he dado mi apoyo y mi solidaridad. Siempre he actuado igual. Cada uno es como es. Y yo, para bien o para mal, soy así. Contesté a los mensajes del señor Bárcenas", ha dicho.

“Di crédito al señor Bárcenas. Era una persona de confianza. Carecía de razones para dudar de su inocencia, así que me fié de él y le apoyé. Como apoyaría a cualquiera que sufriera una persecución que yo creyera injusta. Creí en su inocencia hasta el momento que se confirmó la existencia de cuentas millonarias en Suiza a nombre del señor Bárcenas. Esto constituía un hecho ilegal que no admitía dudas. Y ese ha sido todo mi papel en esta historia. ¿Me equivoqué? Sí. Me equivoqué al mantener la confianza en quien no la merecía. Cometí el error de creer a un falso inocente, pero no el delito de encubrir a un presunto culpable”, ha señalado Rajoy, muy arropado por los suyos, durante su mensaje incial.

Tres ejes

En una comparecencia que se negó a llevar a cabo durante semanas, y que ha justificado como forma de “frenar la erosión de la imagen de España que algunos cultivan”, la intervención del presidente del Gobierno se ha estructurado en tres partes. Una económica, en la que ha sacado pecho de los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), la bajada de los índices de la prima de riesgo y la desaparición del fantasma del rescate. Otra destinada a cargar contra el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, mientras ha obviado al resto de la oposición. Y una tercera en la que se ha defendido de las acusaciones que Bárcenas vierte sobre él.

“El extesorero decidió que su mejor estrategia defensiva consistía en atacar al PP. Tiene derecho a defenderse, yo no se lo voy a negar. Al acusado se le permite no declarar, e incluso mentir en defensa propia. Y eso es lo que está haciendo el señor Bárcenas, defenderse como mejor le parece. No puedo decirles otra cosa sino que son falsas sus acusaciones, sus medias verdades y sus interpretaciones de la media docena de verdades que emplea como coartada. En el PP ni se ha llevado una doble contabilidad, ni se oculta ningún delito. Se han pagado retribuciones complementarias por razón del cargo como en todas partes. Es de justicia. Se ha pagado en blanco y se ha incluido en la contabilidad. Yo digo que todo es falso. Lo demás es tarea del juez”, ha explicado Rajoy.

El líder del PP ha recopilado frases de cargos socialistas, sobre todo del propio Rubalcaba, para concluir que está siendo sometido a una injusta persecución. De hecho, ha dedicado tanto tiempo a la moción de censura con la que amenazó el secretario general del PSOE si no comparecía como a Bárcenas. Incluso ha llegado a decir que el jefe de la oposición no quiere esperar al proceso judicial porque cuando este acabe él ya no estará en la primera línea de la política. “El señor Bárcenas cuenta con ayudas valiosísimas. Me refiero a los que aplauden y jalean las marrullerías de papeles y fotocopias. A quienes dan por bueno todo lo que se publica e ignoran todo lo que se desmiente. Los que se erigen en jueces. Los que prefieren no esperar a que se conozca la verdad, tal vez por que no tengan tiempo político para conocer la verdad”, ha dicho el presidente.

La amenaza

“No critico que se ejerza una oposición dura, incluso implacable. Lo que critico es que se utilice un instrumento constitucional como amenaza, despreciando los riesgos que se hacen correr al país. Vamos a hablar claro, señor Pérez Rubalcaba: no me amenace con una moción de censura. No se amenaza con los instrumentos de la Constitución. La moción de censura no saldría adelante. No está bien hacer un uso fraudulento de los instrumentos de la Constitución. Usted sabe lo que nos ha costado recuperar la confianza de los mercados. ¿Por qué siembra incertidumbres dentro y fuera de España? ¿Qué cosa tan grande espera conseguir a cambio de que volvamos a la ruina? Estamos hablando de cosas muy serias. Su sentido de la responsabilidad, si lo tuviera, le debería haber impedido amenazar con la moción de censura”, ha continuado.

Rajoy, que ha recuperado las medidas contra la corrupción que anunció durante el último debate del estado de la nación (de las que desde entonces nada se ha vuelto a saber), ha asegurado que al Gobierno no le temblará el pulso por este escándalo. “Nada de esto afecta, limita o condiciona al gobierno de España. No temo las declaraciones de nadie. No hemos interrumpido ni una sola tarea del Gobierno. Usted, señor Pérez Rubalcaba, vive bastante más pendiente del señor Bárcenas que yo. No modificaré el rumbo de reformas para salir cuanto antes del estancamiento. El Estado de derecho no admite chantajes”, ha concluido.