El presidente del Congreso reclamó para la reforma estatutaria todavía más consenso que el que se produjo para la elaboración de la Constitución de 1978. "Considero que es obligación de los políticos de hoy --dijo-- trabajar no ya para el mantenimiento del consenso constitucional, sino para ampliarlo". Manuel Marín precisó que el primer presidente de las Cortes democráticas, Antonio Hernández Gil, dijo que no habría Constitución si tenía que ser "la imaginada por cada uno", y añadió que, "si los Estatutos hubieran de ser los imaginados por cada uno, no habría Estatutos posibles", por lo que solicitó que, para ganar y triunfar juntos, como en el inicio de la transición democrática, se respete a quien piensa y siente de una forma diferente". R. CASTRO