Un culebrón. El juez Fernando Grande-Marlaska reiteró ayer que no tiene ninguna prueba que inculpe al exministro de Defensa Federico Trillo por la contratación del vuelo en el que perdieron la vida 62 militares en mayo del 2003 en Turquía. Previamente, el Tribunal Supremo le exigió esta aclaración después de que el pasado miércoles delegara en el alto tribunal la decisión sobre la imputación de Trillo como reclaman las familias de los fallecidos.

La investigación sobre las condiciones de contratación del Yak-42 ha sido más compleja de lo esperado. Dos jueces, Teresa Palacios y Marlaska, han optado, casi desde el inicio, por el archivo de la causa. Por el contrario, los magistrados de la sala penal se han inclinado por investigar a fondo el asunto, mientras que la fiscalía ha cambiado de posición y ahora defiende la imputación de la cúpula militar por no haber cumplido con su deber de vigilancia sobre las condiciones de seguridad del avión siniestrado.

Marlaska obligó al Supremo a pronunciarse sobre la responsabilidad de Trillo. Pero no ha utilizado los cauces habituales, sino que se ha limitado a remitirles el escrito de imputación presentado por las familias del Yak-42 contra el exministro del PP. Sin embargo, esta maniobra ha tenido poco recorrido. El Supremo ha recordado al juez que debe dirigirse a ellos a través de una exposición razonada que detalle los indicios que ha encontrado contra el aforado.

LA CONFIRMACION Marlaska tardó solo unas horas en comunicar al alto tribunal que Trillo no tiene ninguna responsabilidad en la contratación del Yak- 42 y que estima, ahora, que los cinco mandos imputados son los presuntos responsables de 62 homicidios imprudentes.

Mientras, el exministro acusó ayer al PSOE y a su sucesor y actual presidente del Congreso, José Bono, de "instigar" a las familias en su contra, y pidió que cese el "hostigamiento". "El avión se estrelló por un error humano", añadió Trillo.