El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha destituido al jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid, el coronel Diego Pérez de los Cobos, por "pérdida de confianza". Así lo han manifestado a Efe fuentes del ministerio, que no han desvelado los motivos por los que este departamento ha perdido la confianza en el coronel.

La destitución coincide con la polémica suscitada en los últimos días por el dispositivo de seguridad frente a la vivienda del vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y la ministra Irene Montero en Galapagar (Madrid). El instituto armado llegó a considerar de excesiva la protección en el domicilio ante el auge de las protestas ciudadanas.

Pérez de los Cobos coordinó el dispositivo policial con motivo del referéndum unilateral del 1-O del 2017 en Catalunya, ya que en ese momento era el director del Gabinete de Coordinación y Estudios dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad.

CESES ANTERIORES

El coronel juró en abril del 2018 su cargo como jefe de la comandancia madrileña en sustitución de Santiago Caballero, que dejó este puesto tras ascender a general. No es el primer mando del instituto armado al que destituye Marlaska por falta de confianza.

El 2 de agosto del 2018, a propuesta de la entonces secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, y del que era director del instituto armado, Félix Azón, cesó al coronel de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil Manuel Sánchez Corbí.

La razón fue la filtración de una comunicación interna en la que Corbí informaba de que se había agotado la caja de fondos reservados correspondientes a la unidad, algo que Marlaska no toleró, pese a que su relación venía de años por sus respectivos papeles en la lucha contra ETA.

CRÍTICO CON LOS MOSSOS

Pérez de los Cobos fue un testigo esencial en el juicio del 'procés' en el Tribunal Supremo, donde criticó duramente la actuación de los Mossos d'Esquadra durante el 1-O y que calificó de "insuficiente, inadecuada e ineficaz", "una estafa".

Durante el juicio, se llegó a plantear la posibilidad de un careo con el comisario de los Mossos Ferran López, número dos entonces del mayor de la policía autonómica Josep Lluís Trapero, debido a las divergencias en sus declaraciones como testigos, pero finalmente el Supremo lo rechazó.

El ahora cesado también compareció en el juicio contra Trapero y la cúpula de los Mossos en la Audiencia Nacional (suspendido temporalmente por la pandemia del coronavirus), donde aseguró que el mayor estaba alienado con los convocantes del 1-O.