La policía ha iniciado los trámites de expulsión del marroquí Mohamed Berzizoui, detenido el pasado 29 de abril en el aeropuerto del Prat, en Barcelona, por motivos de seguridad. La juez Teresa Palacios le dejó ayer en libertad por falta de pruebas.

Las fuerzas de seguridad vinculan a este arrestado con los atentados de Casablanca, perpetrados en mayo del 2003. Pero no han encontrado pruebas que le relacionen con esa acción que costó la vida a 45 personas. Por ello, la policía quiere expulsar al marroquí a su país, un procedimiento que seguirán con otros sospechosos que se hayan radicalizado en nuestro país.