La activista saharaui Aminetu Haidar estaba ingresada en el Hospital General de Lanzarote cuando recibió la noticia: Marruecos cedía por fin ante la presión diplomática y permitía su regreso a casa. A última hora de la tarde, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) envió un avión medicalizado al aeropuerto lanzaroteño con el objetivo de trasladar a Haidar a El Aaiún junto a su hermana y un médico, una vez que se hubieran cerrados los últimos flecos de la negociación para su regreso. El avión despegó a las 22.23 horas.

Tras 33 días de huelga de hambre y decenas de horas extras de diplomáticos de distintos países --especialmente de los españoles--, la activista vio cumplidos sus dos deseos: el primero, poder volver con su familia sin pedir perdón a Marruecos. El segundo, lograr que el conflicto saharaui-marroquí tuviese espacio garantizado en los medios de comunicación de varios estados.

De hecho, fue el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, quien aprovechó ayer su comparecencia en el Congreso para admitir que el caso Haidar ha servido para que España, EEUU y Francia se pongan de acuerdo en que, una vez que la saharaui abandonase Lanzarote, impulsarán una iniciativa trilateral a fin de respaldar las gestiones de la ONU para que el histórico conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario no quede en el olvido.

RUMORES En las últimas 48 horas habían corrido toda suerte de rumores sobre el caso Haidar en España y en Marruecos. De hecho, el aparato policial y militar se vio redoblado ayer en El Aaiún y también en la ciudad de Smara (a 130 kilómetros de la capital), donde está instaurado el estado de sitio desde que la activista saharaui comenzara su huelga de hambre, que abandonará cuando llegue a casa.

Fuentes del Polisario aseguraron a este diario que la presión internacional, en especial de la Administración de Barack Obama, está empujando al Estado marroquí a tomar una solución que no dañe la imagen del reino alauí. La expectación en El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental, es enorme, aunque la mayoría de los activistas saharauis están convencidos de que un retorno sin contrapartidas es "imposible". "La traigan o no, el Sáhara va a estallar", aseguró Bachir Lekhfawine, el compañero sentimental de Aminetu Haidar, que ayer no se despegó de la televisión para informarse de cualquier novedad sobre la salud de la conocida como la Gandhi saharaui y de su pronto retorno a la antigua colonia, de la que fue expulsada el pasado 14 de noviembre por renunciar a la nacionalidad marroquí.

El entorno familiar de Aminetu Haidar está viviendo momentos de mucha tensión después de que las autoridades marroquís presionaran este miércoles a tres tíos maternos de la activista --próximos al régimen de Mohamed VI-- para que escribieran una carta colectiva donde se pidiera clemencia al rey, y en la que, además, se contemplara una disculpa por la actitud "disidente" de Haidar.

La solicitud de una gracia real se ve como una solución viable a la crisis, ya que salvaría la imagen de Marruecos después de que partidos políticos y ministros del país magrebí subrayaran de forma retórica en los últimos días que la corona "no cederá al chantaje" de los que considera enemigos de la integridad territorial. Pero, los amigos íntimos de la activista están convencidos de que Haidar no aceptaría una gracia real considerando su largo historial como militante de los derechos humanos. "Es imposible que Haidar esté de acuerdo con la medida de gracia, después de la represión a la que ha sido sometida. Ni en sus sueños lo toleraría", comentó Hamad Hamad, activista y defensor de los derechos del pueblo saharaui. "No pedirá el perdón, porque los que tienen que pedir perdón son los verdugos, los que la separaron de su familia", matizó.

La diplomacia está "al rojo vivo", asegura Mohamed Hadad, el delegado en funciones del Polisario en España, después de que el Parlamento Europeo suspendiera ayer también, a petición de Marruecos, el debate sobre la resolución para el retorno inmediato de Haidar al Sáhara Occidental. Fuentes saharauis añadieron que "Marruecos pondrá condiciones políticas relacionadas con el proyecto de autonomía para el Sáhara Occidental", que, a ojos de analistas, viola el derecho de autodeterminación de los independentistas.