Marruecos ha vuelto a poner el acento sobre una de sus reclamaciones históricas: la recuperación de Ceuta y Melilla. La defensa de la marroquinidad de estas dos ciudades autónomas fue realizada ayer, desde la tribuna del Parlamento de Rabat, por el primer ministro de Marruecos, Abás el Fasi. En el balance de la mitad de su mandato, El Fasi pidió al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que abra un proceso de diálogo para acabar con la colonización y "ocupación" de Ceuta y Melilla. "Llamamos a la amiga España a abrir un diálogo con Marruecos para que ponga fin a la ocupación de estas dos ciudades marroquís y de las islas vecinas expoliadas, dentro del marco de una visión de futuro", dijo El Fasi.

Varios analistas consultados creen que el primer ministro confía en que la diplomacia española brinde una buena acogida a su oferta ahora que los dos países viven una excelente luna de miel diplomática, tras la celebración de la primera cumbre entre la UE y Marruecos. Zapatero mostró entonces su esperanza en que el nuevo clima ayudará a "superar algunos temas nada fáciles" y elogió la apuesta marroquí por la "modernización de su economía y por su apertura al exterior". Más de 1.000 empresarios españoles ya se han instalado al otro lado del Estrecho.

El Fasi insistió, para presionar al Gobierno español, en que los logros alcanzados por Marruecos durante el reinado de Mohamed VI le han permitido convertirse en el primer país árabe y africano en acceder al estatuto avanzado de asociación con la UE concedido en el 2008.

GANAR PROTAGONISMO El politólogo Mohamed Darif opinó que el anuncio de El Fasi es una reclamación "a la desesperada" que tiene como objetivo "ganar protagonismo" en clave de política interna. "Pero también es una reacción contra España tras al apoyo de su sociedad civil al caso de la activista saharaui Aminetu Haidar", matizó.