Marta Higueras es una desconocida fuera del ámbito municipal que da el salto a la política nacional como segunda en la lista de Más País y será los ojos de la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena, de quien ha sido leal escudera, en la candidatura de Íñigo Errejón.

Higueras (Madrid, 1964) ha sido la mano derecha de Carmena desde los años 90, cuando esta geógrafa de formación, especializada en mediación y justicia penal, conoció a la entonces magistrada en los Juzgados de Plaza de Castilla, donde empezaron a trabajar mano a mano formando un equipo que se trasladó al Consejo General del Poder Judicial (1996-2001) y que llegó al Palacio de Cibeles.

Sin Higueras, la exjueza no se habría lanzado a la aventura electoral y por eso fue la única candidata incluida en la lista de Ahora Madrid por expresa petición de Carmena, que no estará en Más País, pero deja a su persona de máxima confianza.

Higueras también fue su segunda en el anterior mandato, como teniente de alcalde, además de estar al frente del área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo.

"GESTORA DE LOS PÚBLICO"

Con un marcado perfil técnico, Higueras se define a sí misma como "política circunstancial" y se concibe como una "gestora de lo público", aunque también ha marcado sus límites en el juego del poder, cuando en Más Madrid se debatió qué figura debía liderar la oposición tras la marcha de Carmena.

Aunque no son pocos los que creen que su presencia en la listas de Errejón va a suponer una supervisión de la exalcaldesa madrileña. "Quienes piensen que voy a renunciar a liderar el legado de Manuela Carmena es que no me conocen", escribió en su cuenta de Twitter y finalmente se impuso una solución de consenso con dos portavoces, Higueras y Rita Maestre como vocera "mediática".

NEGOCIADORA CON MONTORO

Higueras es poco amiga de las cámaras de televisión. Seria y parca en palabras hasta el punto de que en el Pleno de Cibeles se acuñó la expresión "hacer un Marta Higueras": intervenciones cortas que no bajaban al barro del adversario.

Porque le incomoda la "agresividad" que se vive en los plenos municipales con concejales de otros grupos, como contó en una entrevista con Efe, aunque Carmena confió de nuevo en ella para enfrentarse al conflicto que más se agravó en su mandato: la negociación con Hacienda de los recortes que se negaba a aplicar el responsable de las finanzas, el edil de IU Carlos Sánchez Mato. Higueras se sentó con Cristóbal Montoro y acordó un Plan Económico Financiero que levantó la intervención de las cuentas pero provocó una fractura irremediable en Ahora Madrid, germen de la doble candidatura -Más Madrid y Madrid en Pie- de las pasadas elecciones.

Peor balance logró en vivienda pública, donde los 4.500 pisos prometidos se tramitaron y se iniciaron, pero no llegaron a tiempo para el pasado mandato o en servicios sociales, ya que no consiguió reducir la lista de espera -que según el nuevo equipo se incrementó en un 10 %- ni parar los desahucios, que dejaron de ser por impago de hipotecas para evidenciar la crisis del alquiler. En el capítulo de la frustración queda también la exoneración de la exregidora Ana Botella por vender 1.860 pisos públicos, aunque la operación se sigue investigando en el ámbito penal.

Durante el Gobierno de, Higueras salió a la luz pública como uno de los rostros de la lucha LGTBI al hacer público su lesbianismo, pero antes ya había participado en política fuera de los focos, como alto cargo en el Gobierno vasco, primero asesora de Justicia (2001-2009) con Ibarretxe y después directora de Justicia en el Ejecutivo del socialista Patxi López.