Al menos 105 talibanes han perecido en las últimas tres semanas durante la vasta ofensiva lanzada por el Ejército de EEUU, con el apoyo de tropas afganas, para garantizar la seguridad de las elecciones legislativas convocadas para el 18 de septiembre, según informó ayer una portavoz militar norteamericana, la teniente Cindy Moore. "Se han librado 25 combates con el enemigo", sólo en las operaciones desencadenadas en la provincia de Zabul, al sur de Afganistán, donde murieron 65 rebeldes, precisó Moore. Otros 40 combatientes murieron en Kunar, al este.

Por su parte, un portavoz talibán, Abdul Latif Hakimi, aseguró ayer telefónicamente a los medios de comunicación que sus fuerzas no tienen previsto atacar los colegios electorales "en áreas civiles" durante la celebración de las elecciones, porque las urnas "han sido situadas en zonas muy pobladas de Irak que sufrirían muchas bajas si son atacadas". No obstante, Abdul Latif Hakim advirtió por teléfono satélite, desde una ubicación desconocida, de que los talibanes "continuarán los ataques contra el Gobierno de Afganistán incluso después de las elecciones".