Solo en las manifestaciones contra la guerra de Irak salió más gente a las calles de Barcelona. Al margen de la inevitable guerra de cifras --200.000 manifestantes cifró la Guardia Urbana y 700.000 los organizadores--, lo cierto es que una multitud reclamó el derecho a decidir sobre las infraestructuras.

La protesta fue respaldada por casi 200 entidades y por CiU, ERC e ICV-EUiA. Acudieron políticos como los expresidents Jordi Pujol y Pasqual Maragall, el vicepresidente, Josep Lluís Carod-Rovira, los consellers de ERC, así como los líderes de CiU, Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida. Se reivindicó el traspaso de la red de transportes e infraestructuras a la Generalitat; priorizar la movilidad en tren y el transporte público; la publicación de las balanzas fiscales y que Cataluña recaude y gestione todos sus impuestos.