Entre la firmeza de Convergència y los tacticismos de Unió en la negociación para la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero, Artur Mas volvió a inclinar la balanza de su lado y trató de dejarle las cosas claras a los diputados electos de CiU que se encargan de pactar su apoyo al nuevo presidente del Gobierno. El líder de la federación nacionalista recordó que la actitud de firmeza ante Madrid que tanto pregonan "vale para todo" y que en ese saco entra, por ejemplo, el nuevo modelo de financiación para Cataluña. De hecho, exigió a los suyos que cuando se sienten a hablar con el PSOE hagan una defensa "muy explícita" de una fórmula de financiación diferenciada del resto de España.

"Cuando en las próximas semanas se hable de la investidura de Zapatero, CiU deberá poner sobre la mesa que queremos un sistema de financiación, como dice el Estatut, que tenga carácter bilateral y que no esté sujeto simplemente a la financiación del conjunto de comunidades autónomas", enfatizó Mas durante su intervención en el congreso nacional de CDC. Y es que, a su juicio, la bandera de esta reivindicación deberán llevarla en solitario los nacionalistas al constatar, dijo, que los 25 diputados del PSC "están bajo la disciplina del PSOE y no tienen libertad de movimientos ni margen de maniobra para defender un buen modelo para Cataluña".

LAS MESAS DE LAS CAMARAS La exigencia de firmeza en las posiciones de la federación deberá mantenerse también, según advirtió Mas, a la hora de pactar la composición de las Mesas del Congreso y el Senado, una labor que está siendo comandada por el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida.