Cataluña, que celebrará el próximo 28 de noviembre sus elecciones autonómicas, inició a medianoche la campaña. Todas las encuestas dan por segura la victoria de CiU y apuntan que el PSC puede retroceder tanto que por cada diputado socialista haya dos diputados de CiU. Asimismo, la mayoría de los sondeos pronostican una abstención superior al 50%, hecho que beneficiaría a las fuerzas más minoritarias.

El candidato nacionalista, Artur Mas, ha mostrado su preocupación por si el exceso de confianza de sus simpatizantes le deja lejos de una mayoría aplastante. De hecho, según recalcó ayer Jordi Pujol, para CiU, lo peor sería tener que "mendigar" apoyos parlamentarios. Para el PSC, es el sueño a alcanzar, pues le permitiría reproducir en Cataluña la digna geometría variable de Zapatero en el Congreso de los Diputados.