El Departamento de Presidencia de la Generalitat de Cataluña, que depende del consejero jefe, Artur Mas, multiplicó por 15 el gasto en publicidad previsto en el 2002. Si el presupuesto era de 1,6 millones de euros (266 millones de pesetas), la liquidación revela un desembolso de 24,4 millones de euros (4.060 millones de pesetas). El Gobierno catalán justificó este aumento por la decisión de concentrar todo el gasto en propaganda en Presidencia. Sin embargo, esta medida no ha supuesto un ajuste en el resto de áreas.