Artur Mas se puso ayer autocrítico, quizá porque salía de la reunión de la ejecutiva de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), en la que varios integrantes cargaron abiertamente contra el resultado que CiU obtuvo el 9 de marzo. En rueda de prensa, Mas fue claro: "CiU resiste, pero le cuesta crecer". El líder nacionalista se refería al último ciclo electoral.

"El reto es crecer por encima de lo que tenemos", explicó Mas, que añadió que deben hallar el modo de cambiar la tendencia y recuperar y ganar votantes. Algo que no pasó el 9-M: los nacionalistas no se hicieron con votos perdido por ERC.

MINORIA DE IZQUIERDAS Mientras, y respaldados en el casi millón de votos conseguidos el 9-M, IU y su formación hermana en Cataluña, ICV, han emprendido contactos con otras fuerzas políticas afines para tratar de formar grupo parlamentario en el Congreso. En un comunicado, IU explicó que hay abierto un "amplio abanico de posibilidades" para lograr este objetivo, por lo que profundizarán en los próximos días en estos contactos "de todos con todos". No obstante, el secretario general de ICV, Jordi Guillot, precisó algo más la dirección de estas negociaciones al reconocer que ya se ha abierto el diálogo con ERC, algo que no se acaba de ver con buenos ojos.

Sea cual sea la decisión final, ICV negó que la creación de un grupo parlamentario vaya a ser "moneda de cambio" para la investidura de Rodríguez Zapatero como presidente. "Votaremos la investidura según lo que él nos proponga y a lo que se comprometa", subrayó Guillot, que descartó así que la cesión de escaños socialistas a IU-ICV para formar grupo propicie su apoyo a la investidura.

IU e ICV emplazaron además al resto de partidos a abrir un debate acerca de la reforma de la ley electoral para dejar atrás un sistema que tildaron de "antiguo, obsoleto e injusto".