El nuevo presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, reunió ayer por primera vez a su Gabinete y les reclamó la máxima eficiencia, que en los tiempos que corren es sinónimo de administrar los escasos recursos públicos con extremo rigor. "Con menos dinero tenemos que hacer más y explicarlo mejor", advirtió Mas a sus consellers en el discurso que les dirigió antes de que tomasen posesión de los respectivos cargos.

TIEMPOS DIFICILES El president prepara a su equipo para tiempos difíciles y, además, le reclama que sepan trasladar a la sociedad las decisiones impopulares que les tocará adoptar en más de una ocasión.

Durante su discurso, Mas quiso arropar especialmente al exsocialista Ferran Mascarell, que sigue siendo blanco de críticas de sus antiguos compañeros de militancia --el jueves le llamaron "traidor" que "se deja comprar"--. El presidente catalán proclamó que el nuevo Govern traspasa las "fronteras estrictas" de los partidos porque su objetivo es sumar las diferentes sensibilidades que se identifican con el catalanismo. Vamos, que la puerta está abierta por si alguien quiere seguir a Mascarell.