Artur Mas sacó ayer pecho en el Parlamento catalán. En su comparecencia para dar explicaciones sobre las encuestas falseadas del Gobierno de Pujol, el consejero jefe mantuvo su tesis de que se trata de errores de poca monta que, a su juicio, se han depurado sobradamente con el cese del director general de Evaluación y Estudios, Josep Camps. El PP consideró insuficientes estos argumentos.

"Si tuviéramos que votar ahora, se crearía la comisión de investigación", señaló un dirigente popular tras la intervención de Mas. Pese a los intentos de Jordi Pujol por evitarlo, el PP apoyó el martes someter a votación en el pleno de la próxima semana la creación de una comisión de investigación. La cúpula del PP valora si mantiene su exigencia de más destituciones después de que ayer el consejero jefe admitiera que, con el cese de Camps, el Gobierno había asumido "responsabilidades políticas".

FOTOCOPIAS MAL HECHAS

Mas --que también admitió que se explicó mal cuando atribuyó los errores a fotocopias mal hechas-- se negó en redondo a ir más allá en este terreno. Y pidió al PP que le diera "crédito" cuando aseguraba que no se había encontrado al responsable de haber suprimido parte de una encuesta enviada al Parlamento catalán, y que la denuncia de los sondeos falseados tomaban como base unos sondeos "robados" de Presidencia.