En su primera reacción tras el veto definitivo de la CUP a su investidura, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, no ha dado muestras de estar dispuesto a renunciar a su candidatura. "Estoy tranquilísimo. Con ganas de luchar, de seguir adelante y de plantar cara a los poderes de Madrid y también a las fuerzas de aquí que ponen las cosas excesivamente difíciles", ha afirmado a su llegada este lunes a la sede de CDC, donde la dirección del partido analizará el escenario de unas nuevas elecciones anticipadas. Cuando se le ha preguntado por si se resigna ya a esos comicios, se ha limitado a decir: "Ya hablaremos".

Por su parte, la vicepresidenta del Govern, Neus Munté, ha publicado en su cuenta de Twitter un mensaje dirigido a la CUP en el que le recuerda que el "movimiento se demuestra andando" y lamenta que para el partido antisistema "mover ficha" signifique solo "vetar" al líder convergente, Artur Mas, como presidente catalán.