Cerca de 50.000 personas secundaron ayer, en Bilbao, una marcha convocada por todas las fuerzas nacionalistas menos el PNV, para reclamar una solución al conflicto de Euskadi que pase por el respeto a la decisión de los vascos. La movilización la aprovecharon seguidores de Batasuna para recaudar fondos para pagar las fianzas impuestas a sus dirigentes encarcelados.

Fue el acto más multitudinario de los últimos seis años y la primera gran celebración desde que ETA anunció el alto el fuego permanente, el 22 de marzo. Aunque la convocatoria se había realizado antes del anuncio, los partidos, sindicatos y organizaciones que lo patrocinaban quisieron demostrar con su presencia la importancia de la situación. Sólo se escucharon gritos a favor de los presos y por la independencia. El portavoz de Batasuna Pernando Barrena; la presidenta de Eusko Alkartasuna (EA), Begoña Errazti; el fundador de Aralar, Patxi Zabaleta; el secretario general del sindicato ELA, José Elorrieta; y el de LAB, Rafael Díez Usabiaga, abrieron la marcha tras una pancarta con el lema Es tiempo de soluciones .

AUSENCIA DEL PNV Todos los oradores evitaron aludir a la ausencia del PNV, quien durante toda la semana se había limitado a sugerir a través de su portavoz, Iñigo Urkullu, que se había formado un bloque con el fin de desplazar de Ajuria Enea a los peneuvistas. El mismo Josu Jon Imaz recordó el viernes que no se contó con ellos para preparar el acto reivindicativo de ayer.

La presidenta de EA, cuya formación está coaligada con el PNV en las instituciones vascas, reconoció la legitimidad de los peneuvistas para no estar en la marcha. Su partido, en cambio, se volcó y en primera línea se situaron los tres consejeros de EA y la diputada en el Congreso.

Todos los dirigentes políticos presentes en la comitiva recalcaron la importancia del proceso que se ha abierto en Euskadi con el anuncio de ETA y todos aprovecharon para enviar avisos al presidente José Luis Rodríguez Zapatero. El más rotundo fue el de Elorrieta, líder del influyente sindicato ELA, históricamente cercano al PNV. Para Elorrieta, "la hoja de ruta política no le corresponde a Zapatero", y subrayó que "sería un error estratégico dejar la iniciativa política en manos del presidente español".

Barrena y Usabiaga defendieron el protagonismo de la sociedad vasca en el proceso y recalcaron que "debe terminar de una vez por todas" la persecución política de la izquierda aberzale.

LOS PRINCIPIOS Al final se leyó un texto con los cinco "principios" que deben regir el "proceso de solución". El primero apunta a que debe ser "abierto" a todos y sin exclusiones. En el segundo se reclama la participación de todos los territorios Euskadi, Navarra y el País Vasco francés. El tercero asegura que se deberán garantizar todos los derechos de todos los ciudadanos. Y según el cuarto, la "última palabra" corresponderá a los vascos y habrá que considerar que el fin del proceso es un "acuerdo amplio" entre "diferentes sensibilidades".