El presidente del Gobierno balear, Jaume Matas, declaró por escrito como testigo del caso Bitel , un supuesto espionaje cuyo juicio comenzó ayer en Mallorca y en el que la directora de Presidencia, Francisca Pascual, y Sebasti Vallori, secretario del jefe del gabinete, son juzgados por espionaje electrónico. El fiscal ha solicitado cuatro años de prisión para Pascual y Vallori por espiar el correo del socialista Francesc Quetglas, presidente de Urbanismo de Mallorca en el momento de los hechos. Matas declaró que el caso Bitel ha sido "una batalla política". Quetglas denunció en el año 2000 que el gabinete de Matas aprovechó una redirección errónea de su correo electrónico y que todos los correos que iban dirigidos a él aparecieron en los ordenadores de los secretarios del actual presidente balear durante dos años.