Mariano Rajoy recibirá este jueves en la Moncloa a la primera ministra británica, Theresa May. La dirigente conservadora lleva meses recorriendo las capitales europeas para abordar el intrincado camino de salida de la Unión Europea que el Reino Unido debe recorrer en los próximos años. El presidente en funciones, que ya habló con ella en persona en la cumbre del G-20 en China, le planteará también dos temas espinosos, según fuentes diplomáticas: por un lado, el deseo del Gobierno de España de llegar a un acuerdo con las autoridades británicas para compartir la soberanía de Gibraltar y, por otro, el rechazo total del Ejecutivo de que Escocia pueda negociar la continuidad en la Unión Europea. Rajoy considera que “si el Reino Unido se va, Escocia también se va”. Así lo dijo en Bruselas solo cuatro días después del referéndum en el que ganó elbrexit.

La diplomacia española inició hace tres semanas una campaña en defensa de la cosoberanía del Peñón. Felipe VI lo planteó en la ONU y el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, hizo lo propio con sus homólogos europeos en una carta que les envió hace dos semanas. El Gobierno quiere que Gibraltar salga de la negociación entre la UE y el Reino Unido y se trate de forma bilateral entre Madrid y Londres.

El Ejecutivo defiende que ambos países lleguen a un acuerdo para que las disposiciones de los Tratados sigan siendo de aplicación al Peñóncuando el Reino Unido salga de la Unión. Y la única posibilidad para que eso suceda, según fuentes de Exteriores, es que haya una ligazón política entre Gibraltar y España, de manera que los llanitos no dejen de ser ciudadanos europeos. España apuesta por un régimen de soberanía conjunta sobre Gibraltar que le permitiese a ese territorio tener un autogobierno “tan amplio como fuera posible".

SIN RUEDA DE PRENSA

La fórmula de la cosoberanía se abordó durante el Gobierno de José María Aznar y los ciudadanos del Peñón se pronunciaron en contra en una consulta sin valor legal que celebraron en el 2002. En junio, cuando se realizó el referéndum del 'brexit', Londres ya advirtió de que no negociará nada con lo que “Gibraltar no esté conforme”. May podrá ahora dar una respuesta cara a cara a Rajoy. Lamentablemente, tras la cita no habrá una rueda de prensa. Fuentes de la Moncloa han descartado esa posibilidad y han anunciado que se difundirá un comunicado conjunto.

Otro de los temas que el líder del PP y la primera ministra tratarán será el de Escocia, por las consecuencias que puede tener para el independentismo catalán. La ministra principal de ese territorio, Nicola Sturgeon, aspira a que Bruselas le facilite un atajo para que, cuando el Reino Unido empiece a abandonar la Unión, Escocia pueda tomarlo y seguir en el club europeo. Por ahora, las autoridades comunitarias no le han dado esperanzas y tampoco May se muestra dispuesta a hacer excepciones.

Rajoy teme que si Bruselas hace una excepción con Escocia o la ‘readmita’ rápidamente tras la salida del Reino Unido, se siente un precedente que pueda ser blandido por los que apuestan por declarar la independencia unilateral de Cataluña.

SEDES DE ORGANISMOS EUROPEOS

Además de estas cuestiones políticas, el brexit tiene consecuencias económicas muy importantes para España, puesto que las relaciones comerciales entre ambos países están valoradas en 55.000 millones de euros, según datos del Instituto de Comercio Exterior. Hay 700 empresas con capital británico en España y 300 españolas en suelo británico, entre las que destacan Iberia, Banc Sabadell, Banco Santander e Iberdrola.

Pese a estos intereses empresariales, ni la Cámara de Comercio de Reino Unido en España ni la Embajada británica han programado encuentros entre las empresas y las autoridades con motivo de la visita.

El Gobierno de Rajoy está haciendo campaña para aprovechar la recolocación de algunas instituciones europeas ubicadas en Londres. Es el caso de la candidatura de Madrid para ser sede de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), que emplea a más 200 personas y organiza 300 eventos al año, y la de Barcelona, que podría acoger la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).