El candidato popular Jaime Mayor Oreja se metió ayer en un bosque de difícil salida, especialmente con otro debate televisivo en puertas: el de defender que el cardenal primado Antonio Cañizares sostenga que es peor abortar que abusar de menores. Mayor Oreja decidió hace meses afrontar la campaña de las europeas sin complejos, esto es, sin esquivar temas vinculados a principios y valores que pudieran resultar polémicos. Y así lo demostró en el cara a cara que, el lunes, mantuvo con el socialista Juan Fernando López Aguilar, en el que por iniciativa propia convirtió la interrupción del embarazo y el uso del castellano en ejes de su primer debate.

En esa ocasión, su estrategia resultó, ya que el aspirante del PSOE prefirió eludir estos asuntos. Pero jugar siempre al ataque tiene riesgos, pues, a veces, el exceso de confianza puede llevar a perder el balón y a dárselo al contrario. Eso fue lo que hizo ayer Mayor Oreja al entrar en tan peliaguda cuestión.

ORDENAR ABERRACIONES "No es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios con los millones de vidas destruidas por el aborto", afirmó el miércoles Cañizares, que previamente había pedido perdón por los abusos de menores cometidos en escuelas católicas irlandesas entre 1950 y 1980. Eso sí, no perdió ocasión para arremeter contra la interrupción voluntaria del embarazo, aunque ello conllevase tener que convertir en un poco menos malo el abuso de niños.

Por tan espinoso argumento se le preguntó ayer, en Antena 3, a Mayor Oreja, que opinó sin tabús al respecto. "Yo creo que monseñor Cañizares ha dicho dos cosas bien dichas y en el orden que debe", sentenció el dirigente conservador, y añadió que lo que pretendía el cardenal primado era introducir "cierta ordenación dentro de la aberración de ambas cosas".

A continuación, el candidato del PP trató de dar la vuelta a la polémica y apuntó que es el Ejecutivo el que, a su entender, está obligado a aclarar si cree que los que van a nacer son o no seres humanos. Su decisión de dar respaldo a Cañizares dejó sin respiración a algunos de sus compañeros de partido.

La primera en capear el temporal fue la secretaria general del partido, Dolores de Cospedal. Se le pidió un análisis de las declaraciones de Mayor Oreja. "No he oído lo que ha dicho exactamente", se excusó. Aunque agregó que el abuso de menores es "uno de los peores crímenes que se puede cometer contra una persona" y que no sabía si las palabras del candidato conservador se habían producido "en términos generales o en términos jurídicos".