La confianza de los vascos en el proceso de paz ha disminuido, según recoge el último estudio del Euskobarómetro. El 64% de los ciudadanos consultados considera que es "perfectamente posible" que ETA vuelva a matar, una percepción en la que coinciden tanto nacionalistas como no nacionalistas y que divide a partes iguales al electorado de la izquierda aberzale.

La encuesta, que realiza cada seis meses la Universidad del País Vasco, constata que se ha producido un "enfriamiento" del optimismo de los vascos ante el fin de la violencia. Su anterior entrega mostraba que más de la mitad de la población confiaba en el éxito del proceso de paz. Ahora el porcentaje de pesimistas se ha incrementado. El director del Euskobarómetro, Francisco Llera, destacó ayer que la sociedad vasca presenta dos opiniones sobre el proceso de paz "según tengan ideología nacionalista o no nacionalista".

RECHAZO A LA VIOLENCIA El repunte de la kale borroka y el mantenimiento de un "discurso duro" de la izquierda aberzale han provocado que un 42% de los vascos no tenga confianza en que se esté a las puertas del final del terrorismo, frente a un 35% que lo ve factible.

Los votantes de todas las formaciones, incluidos los militantes de la izquierda aberzale, rechazan la violencia como medio para conseguir objetivos políticos. Así lo creen seis de cada 10 votantes de EHAK, partido para el que Batasuna pidió el voto en las elecciones autonómicas, y el mismo porcentaje de estos considera "razonable" la exigencia de que la formación se desmarque de la violencia como requisito para volver a la legalidad.

Un 66% de los vascos está predispuesto a que, si ETA abandona las armas, haya contrapartidas políticas. El 56% aboga por la celebración de un referendo y un 61% por que se concedan medidas de gracia y reinserción a los presos. Más del 70% apoya que el fin del terrorismo sea facilitado por medidas penitenciarias y judiciales.