El terrorismo de ETA llegará a su fin a más tardar en marzo del 2008 y no habrá marcha atrás. Así lo vaticinó ayer el sacerdote norirlandés Alec Reid, impulsor de las negociaciones de paz en Irlanda del Norte y colaborador en el proceso que se ha abierto en el País Vasco.

Reid pronosticó que en estos momentos se están produciendo contactos "discretos" para pactar, a más tardar en junio próximo, los detalles técnicos de la mesa de partidos que negociará los términos del acuerdo político. La mesa, dijo, se constituirá en septiembre y trabajará durante "12 o 18 meses".

El sacerdote, de 74 años, perteneciente a la orden católica de los Redentores, se mostró convencido de que el acuerdo que se alcance será "definitivo" y no sufrirá las mismas vicisitudes de avances y retrocesos que ha caracterizado el proceso desarrollado en Irlanda del Norte.

Reid hizo estas afirmaciones en el Foro de la Nueva Sociedad, dos días después de participar en Pamplona junto al portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, y otros líderes políticos y sindicales vascos en un acto previo al Aberri Eguna (Día de la patria vasca). El sacerdote hizo hincapié en que la mesa de partidos deberá incluir a Batasuna, porque de lo contrario "no sería democrática", y afirmó que el PSOE está "tan interesado" como Batasuna en el regreso a la legalidad de esta formación política.

Lamentó Reid que el PP no se haya sumado al proceso y sostuvo que esa ausencia no debería impedir que la mesa de partidos siga adelante. Sin embargo, auguró que los populares reconsiderarán su actitud y serán los "mejores pacificadores" de la mesa política. Desveló el sacerdote que en dos ocasiones ha intentado hablar con la dirección del PP, una hace seis meses y otra hace dos, a través de un militante de ese partido cuyo nombre eludió mencionar, pero al que calificó de "un santo".

SIN LAS VICTIMAS Dijo que las víctimas del terrorismo son la "inspiración" de cualquier labor mediadora en Euskadi, pero, a su juicio, las asociaciones de víctimas no deberían sentarse en la mesa de negociaciones a menos que se constituyan en partido político. Reid afirmó que ETA "está preparada" para dejar las armas, a diferencia de 1998. Dijo, sin embargo, que la exigencia de desarme no tiene por qué ser inmediata, ya que las cosas hay que hacerlas "paso a paso" y se corre el riesgo de que las prisas hagan surgir una "nueva ETA" a cargo de los más jóvenes, "que son más peligrosos". Sí reclamó el cese de las extorsiones.