El abogado surafricano Brian Currin, mediador en los procesos de paz de Suráfrica e Irlanda del Norte, se entrevistó el pasado junio en Barcelona con el presidente de ERC, Joan Puigcercós, con el propósito de solicitar su ayuda para convencer al Gobierno de las "buenas intenciones" de ETA ante el comunicado de anuncio de tregua que la banda pensaba hacer público en breve.

El dirigente republicano, que recibió al asesor de la izquierda aberzale en la sede de ERC, recordó a Currin que su formación estaba comprometida con el proceso de paz en el País Vasco y que colaboraría en todo lo que estuviera a su alcance, pero le advirtió de que si ETA no daba un paso "contundente, firme y claro" para dejar las armas, difícilmente el Gobierno aceptaría cambiar su posición, según confirmaron a este diario fuentes al corriente del encuentro.

Currin se ha convertido en un personaje clave en el escenario creado tras el ambiguo anuncio de tregua hecho este domingo por ETA. Impulsor del comunicado de marzo de cuatro premios Nobel de la Paz en favor de un proceso de diálogo, el mediador intentó sin éxito durante su última estancia en España ser recibido por algún miembro del Gobierno. ERC tampoco intercedió, porque sus dirigentes entendieron que Currin se había entrevistado con Puigcercós a fin de tantearle para averiguar si podía contar con su apoyo en el futuro, pero sin formularle ninguna petición concreta. El líder republicano escuchó con atención al mediador pero le contesto dibujándole un panorama nada optimista de la situación.

SIN MARGEN DE MANIOBRA Más o menos le vino a decir, según las mismas fuentes, que la situación de ilegalidad de Batasuna era responsabilidad de la justicia, no del Gobierno, y que difícilmente el Ejecutivo tendría margen de maniobra si no se producía un movimiento muy claro por parte de ETA.

Tal y como van las cosas, el tiempo está dando la razón a Puigcercós. El Gobierno se ha aferrado a su postura de ningunear a la izquierda aberzale, que ayer pidió su legalización como paso previo a la paz en Euskadi.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, insistió ayer en que los aberzales "deben dirigirse a ETA y no al Gobierno, porque ETA es su problema, no el Gobierno". Y puso el dedo en la llaga al asegurar que si la influencia de Batasuna en ETA se mide por lo que dijo que iba a hacer la banda y ha hecho, "la influencia que tiene es muy poca". Ahora hay que comprobar la influencia de Currin.