Francia y España tienen un "altísimo nivel de motivación para acabar con ETA". Así lo afirmó ayer el director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, tras su encuentro en París con el jefe de la policía francesa, Frédéric Péchenard. Ambos centraron su conversación en la operación que condujo a la detención, el sábado en Cahors, de cuatro presuntos etarras. Según Mesquida, con esas capturas "se ha tocado una parte nuclear de ETA".

El máximo responsable de la Policía y la Guardia Civil y su colega francés compartieron como hipótesis de trabajo que ETA procura mantener una actividad "intensa y sostenida". Así, no se descarta que la banda tenga un comando operativo en la zona de Vizcaya. Frente a esa ofensiva, dijo, las fuerzas de seguridad trabajan "con toda intensidad, sin descanso y de forma discreta".

Respecto a las detenciones en Cahors, Mesquida pronosticó que será "muy útil" el análisis de fascículos de medidas de autoprotección y otros documentos incautados. Destacó las capturas de Luis Ignacio Iruretagoiena, "el mayor artificiero de ETA", y de Oihan Barandalla, que "pudiera tener hilo directo" con el dirigente Garakoitz Aspiazu, Txeroki.