"Mi país no defiende a delincuentes", dijo categórico el presidente argentino en referencia al exmilitar Ricardo Miguel Cavallo, detenido en España por orden del juez Baltasar Garzón, e imputado por los delitos de terrorismo y genocidio que cometió durante la dictadura argentina (1976-1983). Al caer el régimen, Cavallo se retiró con el grado de capitán de corbeta y se hizo empresario, dentro de una red de exmilitares. En octubre de 1989 se instaló en México, donde vivió hasta ser extraditado el pasado mes de junio a España.

Acerca de las instrucciones que Cavallo dijo esperar del Gobierno en su calidad de exmiembro de las Fuerzas Armadas, Kirchner sentenció: "Debe responder la verdad".